¡Llega la primavera y con ella, las alergias!

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Empezamos con la alergia al polen, la más conocida y padecida por la gente. Según un informe de Mapfre, el 20% de las personas son sensibles a algún tipo de polen. Los pólenes de gramíneas son los más universales en esta época del año. Si tienes picores en la nariz y en los ojos, estornudos seguidos y ojos rojos con lagrimeo constante al estar cerca de alguna planta, lo más probable es que la padezcas. 

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¿Algunas soluciones para disminuir el contacto con el polen? Cerrar las ventanas, llevar gafas de sol, pulverizar con agua la habitación para humedecer el ambiente con el fin de limpiar las partículas del polen, y al viajar, subir las ventanillas del coche.

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¿Sabías que algunos alimentos pueden contener partículas del polen de gramíneas? Si eres alérgico a esta planta, presta atención. Debes evitar la ingesta de miel y de sus derivados porque lo contienen y… ¡no solo eso! El tomate, el pimiento y la harina de trigo también lo tienen. 

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Asimismo, aparte del polen de gramíneas, también existen otros muy frecuentes como el de abedul, que tiene alergia cruzada con la manzana y el kiwi, y el de ambrosía, que tiene también alergia cruzada con el melón y la sandía.
 
¿Conoces el té roiboos? Es un remedio que es de gran ayuda en época de alergias porque actúa como antihistamínico natural, mejora los problemas digestivos, ayuda a perder peso y aporta muchos minerales. 

Otro tipo muy frecuente es la alergia a los ácaros, que no es exclusiva de la primavera, sino que puede darse durante todo el año. Algunas de las soluciones que hemos comentado para la alergia anterior, también podrían ser útiles para este caso, sumándole la limpieza diaria de los objetos para evitar que estos cojan polvo.

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Esperamos que te hayan sido útiles estas soluciones para combatir la alergia y hayas aprendido algo nuevo.
¿Padeces alguna alergia? ¡Cuéntanoslo!